El turismo empresarial se define como aquel turismo que se lleva a cabo para desarrollar negocios o acuerdos comerciales, donde se ven involucradas diferentes empresas. Es decir, cuando, por motivos laborales, tienes que desplazarte hasta otra ciudad o país por algún interés de tu empresa.
Los viajes de trabajo se han visto reducidos gracias al uso de la tecnología para tener las reuniones en remoto, pero a pesar de estos avances, los viajes de empresa y el turismo empresarial siguen estando a la orden del día, ya que existen departamentos que no pueden prescindir de ellos, como los comerciales.
También el número de congresos, eventos o conferencias, lejos de reducirse continúa incrementándose. De hecho, dos tercios de los profesionales (66%) coinciden en que desplazarse para reunirse con clientes o compañeros de trabajo todavía es esencial para el éxito del negocio. Y es que, al final, gracias a la confianza que se genera con la interacción personal se pueden cerrar más negocios y establecer nuevas relaciones. Por eso, las empresas siguen necesitando tener un presupuesto para sus viajes.
La tecnología lo que sí ha posibilitado es la forma de contratación. Ya no es necesario ser cliente de una determinada agencia de viajes, con un coste alto, para organizar los viajes de los empleados. Internet ha conseguido la inmediatez en la contratación y también la reducción del presupuesto empleado en estos casos.
Este tipo de turismo es muy beneficioso para España que, siendo uno de los países preferidos del turismo vacacional, también lo es para la realización de congresos, ferias y eventos que precisamente no se realizan en verano, sino el resto del año. Además el cliente suele tener alto nivel adquisitivo, por lo que el gasto suele aumentar.
Otro tipo de turismo empresarial, son los viajes corporativos que organizan las empresas para generar buen ambiente y confianza entre directivos y empleados, estos viajes buscan además que los participantes realicen actividades originales y poco convencionales, como alojarse en entornos rurales, fiestas en museos o incluso en azoteas.
Una de las prácticas cada vez más utilizada por las empresas son los viajes por incentivos, que se llevan acabo para premiar los buenos resultados de los mejores empleados. Esto lo hacen muy bien las aseguradoras con los corredores y agentes externos a los que recompensan, y las empresas automovilísticas que venden a través de concesionarios. Por ejemplo, les premian con dos viajes al año donde se combina trabajo y ocio por conseguir las mejores ventas. Incluso estos viajes se convierten en interesantes experiencias vitales relacionadas con la responsabilidad social corporativa, como viajes enfocados a ayudar a países menos desarrollados, por ejemplo, construyendo una escuela.
Otra tendencia son los «bleisure travel», combinar trabajo y ocio. Muchos ejecutivos millennias, han sido los primeros en aprovechar la posibilidad de disfrutar también del ocio después de varios días de trabajo. Se quedan el fin de semana con tarifas especiales para conocer el lugar del destino, que pagan de su bolsillo. El bleisure está de moda y en crecimiento.
Para todo estos tipos de viajes y turismo, se necesitan infraestructuras de calidad como hoteles de alto nivel, salas de congresos, conexión a Internet y un buen servicio de transporte.
Si estás organizando un viaje de negocios o un viaje corporativo te dejamos unas ideas que conseguirán que triunfes en tu cometido:
ALOJAMIENTO
Es en el alojamiento donde se encuentran las mayores dificultades por parte de la empresa para elegir el que mejor se adapte a las necesidades de la compañía y del propio trabajador. En general, se suele apostar por el típico hotel funcional, que se sitúa cerca del lugar donde tiene lugar el congreso o de la oficina del cliente. Sin embargo, esta idea, resulta perjudicial para el empleado, pues encuentra que su trabajo se convierte en monótono lo que implica un descenso en su productividad.
Está comprobado que después de un largo día de reuniones, el trabajador quiere tener tiempo para él mismo: relajarse, cocinar o hacer ejercicio. Por lo que el ideal sería buscar un alojamiento que encaje con la personalidad del empleado, que esté situado en un lugar céntrico y que se encuentre cerca de las posibles actividades preferidas de los viajeros, el mismo alojamiento que elegirías si fueses de turismo por tu cuenta.
Si el viaje es corporativo, habrá que pensar en un alojamiento que ofrezca servicios acordes a la agenda que se ha preparado, si se van a realizar actividades en contacto con la naturaleza, que mejor opción que un hotel en el campo, o una casa en un árbol.
Si por el contrario las actividades están relacionadas con la cultura, arte etc… pues nada mejor que un hotel en el centro de una ciudad como Madrid.
SERVICIOS
Hay que procurar el bienestar del viajero, que esté cómodo, que no se agobie, ni se queme. Cuando pasas muchas horas volando y en aeropuertos, hacer una escala de dos horas en una sala VIP puede marcar la diferencia. La empresa tiene que valorar a sus directivos que están todo el día viajando y que aportan muchos negocios a la misma.
De hecho, en profesiones y puestos donde la política de viajes de la empresa es una estrategia que puede atraer y retener talento, en el paquete retribuido se incluye las condiciones en las que se va a viajar, es algo que cuidan las empresas por ejemplo para consultores, auditores, directivos, comerciales… que se pasan media vida viajando.
Es importante tener previstas por ejemplo, las escalas en los aeropuertos, pero también los traslados a los mismos y a los hoteles, la mejor forma es contratar un servicio de coches con conductor que